Al igual que muchas otras cosas nada agradables que ahora condenamos, o que simplemente pasaron al olvido.
Y claro, hoy somos las que somos porque nuestros antepasados se comportaron de cierta manera. Evidentemente existimos en ESTA realidad, consecuencia de ESTA única sucesión de hechos y elecciones humanas. Por lo tanto, en vez de pensar cómo seguir imitando a nuestros antepasados, ¿por qué no pensar cómo mejorar lo que empezaron, aprovechando nuestros avances y la tecnología que antes no tenían?
Igual que ahora usamos baños, aunque antes se cagaba en el monte; podemos dejar de comer animales por gula y elegir comer plantas cultivadas lo más ecológicamente posible.
Estoy segura de que nuestros antepasados estarían muy orgullosos si no nos estancamos en aquello que fue la alternativa viable hace miles o quizá cientos de miles de años, y en cambio utilizamos las herramientas desarrolladas y todo su esfuerzo para sobrevivir en aquél entonces, como escalones para construir una sociedad que aplica un poco más su título de especie inteligente.
Porque ser empáticas e intentar vivir en armonía nos conviene a todas. Es una forma de respeto ajeno que se manifiesta en bienestar propio.
Nos hace bien, hacer bien. Mucho más que copiar actitudes cavernícolas.
El facilismo no debe ser nuestra solución constante, porque tenemos esta capacidad de discernir y elegir.
Porque si voluntariamente vamos a optar por no utilizarla cada vez que nos conviene, ¿en qué clase de sociedad podemos pretender vivir?
Texto por VeganPoint
Edición: Videos Veganos