Muchas veces se escucha decir esta excusa para defender el consumo de animales: es mi elección personal, usarlos y comerlos.
Sí, ciertamente es una elección personal y una legal, pero que carece en todo el sentido de ética. Es una postura completamente amoral en el sentido de que no considera realmente lo bueno y lo malo. Sin duda es una elección incorrecta, mínimamente.
Somos humanos precisamente porque tenemos agente moral, es decir, poseemos la capacidad de escoger cómo comportarnos. Y frente a las injusticias, se nos otorga la opción de actuar bien, actuar mal, o bien elegir la postura “neutral”, que a estas alturas está claro a quién apoya. Matar o abusar por placer es literalmente, actuar mal. Por lo tanto, cuando una elección tiene víctimas, más allá de quién elige, debemos aceptar que este suceso trasciende el círculo de lo personal. Porque abarca a otras personas (aunque estas no sean de raza humana).
Si nos ponemos en la situación de la víctima. ¿Qué tan personal nos parece la decisión ajena, si ésta incluyera acabar con nosotr@s, explotarnos para su beneficio y robar nuestra libertad?
Entonces, que una acción sea calificada como decisión personal, no le otorga calidad de justificativo suficiente al argumento. Al menos no si hablamos de ética y moral.
Que sea legal o habitual no significa que sea aceptable o correcto. Poder no es igual a deber. Y tener la capacidad no es igual a tener la necesidad. Que seamos capaces de dominar, nunca querrá decir que debemos oprimir, para realizarnos o expresarnos como personas libres. En cambio, hacer bien pudiendo hacer mal claramente es indispensable para nuestra propia superación. Es una decisión personal acertada.
Si podemos elegir no ser crueles, o por lo menos dejar de causar daño intencional ¿por qué no hacerlo?
Texto por VeganPoint
Edición: Videos Veganos