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Los Animales Son Muy Ricos – Excusa #1

Uno de los argumentos que más dice la gente no vegana es que los animales(o sus secreciones) son muy ricos. En esta entrada no vamos a discutir sobre sabor, pero aún así tomando el argumento como verdadero, vamos a analizarlo en profundidad.

Dicen que sobre gustos no hay nada escrito, pero en verdad hay demasiada variedad, sobre todo hay muchas recetas con cuerpos de animales como ingredientes.  

Y podemos responder que el gusto verdadero está en las especias, aunque esta no es la parte más relevante. No somos vegan@s porque el sabor de los animales nos disguste.  Es más, si hay alguien que dice haber dejado de comerlos porque no le gusta el sabor, esa persona no necesariamente es vegana. Veganismo es ética. No es palatabilidad.

Dicho esto, es cierto que la gran mayoría de preparaciones crueles tradicionales se pueden hacer en versiones basadas en plantas, porque normalmente no es el animal muerto aislado lo que nos gusta, si no la química, es decir, el resultado de la combinación de condimentos, verduras, texturas y cocciones mezcladas con amor y buenas intenciones lo que hace de una cena un momento de disfrute. Y eso también repercute de cierta forma generando que algunos sabores u olores evoquen memorias y sensaciones placenteras, por lo que buscamos repetirlas. 

Pero tenemos que recordar que el placer sensorial nunca es suficiente justificativo para abusar de los demás. Si lo pensáramos con cualquier otra injusticia, al instante nos daríamos cuenta que el disfrute generado por el tacto, la vista, el olfato, el gusto o el oído, evidentemente no alcanzan para que hagamos con otro ser que siente lo que no queremos que hagan con nuestra madre o con nosotr@s mism@s. 

Por lo tanto, aunque los animales tengan un sabor en específico, no debemos comerlos. A ti no te gustaría que te degollasen la garganta solo porque su sabor es muy rico.

Para saciar las tentaciones, sería un buen punto encontrar los platos en su forma vegana. ¡El tiempo en la cocina no es tiempo perdido!. Todo se puede veganizar, y es mucho más fácil de lo que parece. 

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