La “cima de la cadena alimenticia” no incluye a la especie humana, al menos no en la actualidad.
Honestamente, ¿Quién es el eslabón que se aprovecha de nosotros en la supuesta secuencia?
Ni siquiera los gusanos, porque la gente si no se crema se pone en cajas…
No permitimos que ningún animal se aproveche de nuestro ser. No les alimentamos con nuestro cuerpo (excluyendo algunas bacterias mientras sean beneficiosas), no aportamos con nuestros desechos como abono a la naturaleza ni nos comportamos como una pieza de un engranaje armonioso (en general).
Una cadena está unida, cada pieza dependiendo y dependiente de las que le rodean, formando un círculo virtuoso. Unido. Fuerte.
Nosotras nos tragamos el círculo completo. Nos comemos a todo el mundo, acabamos con los que nos pueden comer a nosotras y después nos excusamos con que estamos en “la cima” de la cadena alimenticia, que ahora es una pirámide. Pfff
No somos depredadoras máximas, aunque seamos las asesinas más temibles.
Si nos enfrentamos cuerpo a cuerpo con un carnívoro, o incluso con herbívoros más grandes como un rinoceronte o un elefante, ¡nos destruirían! Hasta un caballo podría matarnos. ¿Pero un puma? ¡nos puede arrancar la cabeza con sus garras y dientes!
¿Realmente somos mejores, porque tenemos herramientas para dominar a los demás?
Ya nos enajenamos suficiente de la naturaleza como para considerarnos integradas, y así de orgullosamente como nos denominamos diferentes y por eso nos llamamos “animales humanos”, entendamos con igual obviedad que los demás animales, los que no fueron criados por nuestra mano, sí son parte de una cadena natural, alimenticia y de supervivencia. Que debe ser considerada y respetada.
Nosotras funcionamos aparte. A veces hasta pareciera que nos empeñamos en ir en contra. Y por voluntad.
De hecho, considerando que tenemos la capacidad de elegir, incluso si optamos por integrarnos en esa cadena, deberíamos hacerlo como herbívoras. Comiendo y plantando árboles, flores, arbustos. Para aportar a la naturaleza de la que tanto robamos, así quizá pudiéramos volver a ser parte de ella en algún momento.
Parte de una cadena de regeneración, donde los componentes tienen sentido por estar juntos, más allá de su individualidad.
Por cierto, ¿sabías que la frase “el círculo de la vida” nació con el rey León?
Texto por VeganPoint
Edición: Videos Veganos